Conan O'Brien, 18 de abril de 1963. Nacido en Brookline, Massachusetts, Estados Unidos.
Presentador de televisión y comediante estadounidense.
Es muy popular por su sentido del humor y su estilo de presentación únicos, que lo diferencian de otros comediantes o presentadores, y ha ganado varios premios Emmy.

Muchas personas tienen modelos a seguir a quienes admiran y a quienes desean parecerse. Hacen muchos esfuerzos para ser como ellos y los imitan.

En la ceremonia de graduación de la Universidad de Dartmouth, un estudiante le hizo a Conan O'Brien la siguiente pregunta:

"¿Podemos ser como nuestros modelos a seguir?"

Este es el contenido del discurso de Conan O'Brien sobre esta pregunta.

Este fenómeno ocurre en todas las profesiones, pero yo he estado haciendo comedia durante 25 años, así que puedo hablar bien de mi profesión. En la década de 1940, había un tipo muy divertido llamado Jack Benny. Era una gran estrella y el comediante más exitoso de su generación.

Y un joven Johnny Carson quería ser como Jack Benny. En cierto sentido, era similar a Jack Benny, pero en muchos aspectos era diferente.

Él imitó a Jack Benny, pero su propia inventiva y sus peculiaridades lo llevaron en una dirección diferente. Él pudo convertirse en el tipo más divertido de su generación al no poder imitar a su héroe a la perfección.

David Letterman quería ser como Johnny Carson, pero no pudo serlo. Como resultado, todos los comediantes de mi generación querían ser como David Letterman.

Pero nadie pudo ser como David Letterman. Mis compañeros y yo no pudimos hacerlo.

Cuando fallamos en alcanzar el ideal que perseguimos, descubrimos quiénes somos y encontramos nuestra propia singularidad.

No es fácil. Pero si podemos aceptar y manejar la mala suerte, nuestros fracasos pueden convertirse en una oportunidad para renacer por completo.

Obtuve una gran revelación de esta parte del discurso.

Nos convertimos en "nosotros mismos" porque fallamos en convertirnos en el modelo a seguir que hemos admirado y deseado durante tanto tiempo. Ese momento puede ser doloroso, pero al final, ese punto se convierte en un punto de inflexión para el crecimiento.

El propio proceso de esforzarse por ser un modelo a seguir y aprender es lo que nos hace crecer y nos convierte en quienes realmente somos.